viernes, 15 de febrero de 2013

Cartas de aguas



¿Qué sucede con este fenómeno que se está tornando una moda en los restaurantes del mundo? ¿Y por casa cómo andamos?


¿Excentricidad, lujo o tendencia? No hay duda de que el agua ha dejado de ser un commoditie que sale de la canilla para transformarse en un artículo suntuario que cada vez se sofistica más. Del “con gas o sin gas” que preguntaba el mozo, ahora no es raro que en los restaurantes a uno le ofrezcan diferentes marcas de aguas, incluso algunas importadas que tienen precios escalofriantes.

Vía Restó entrevistó a una autoridad en el tema, Horacio Bustos, el único hidro catador que hay en la Argentina, una figura que aquí puede parecer extraña pero que es cada vez más común en Europa. Según Bustos, “el agua tiene que ser catada como cualquier otro producto, ya que eso de que el agua es insípida no es más que un mito. Y es importante que el cliente sepa qué agua va a consumir, porque las aguas no son todas iguales”.

“Por ejemplo, Eco de los Andes es un agua que tiene 10 mg de sodio por litro, mientras que Villavicencio tiene 128 mg; eso hace que esta última sea más salina, más intensa; por otro lado, en la Argentina no se pueden detectar aromas porque las aguas tienen baja mineralización, pero en Europa se pueden apreciar los bicarbonatos y calcios que tienen ciertas aguas”, afirma el experto. En esa línea, continúa Bustos, “hasta se pueden realizar maridajes; otro ejemplo: si uno no toma vino, es aconsejable comer un asado con agua mineral con gas, de ser posible con alta mineralización, porque limpia el paladar, mientras que para el pescado se recomienda comerlo con una agua sin gas y baja en sodio”.

Respecto de los restaurantes, el que inició la moda de las cartas de agua que se ofrece junto al menú fue el célebre cocinero francés Alain Ducasse, en cuyos restaurantes además cuenta con hidro sommeliers. Tampoco es raro ver bares de aguas, como el 36.5° del hotel Quellenhof, en Suiza, donde el público se sienta a disfrutar de las bondades del incoloro líquido.

En la Argentina aún vamos uno o dos pasos por detrás de la vanguardia en esta materia, pero algunos restaurantes como Puerto Cristal tienen una interesante oferta de aguas, y en otros, como El Baqueano, tienen un apartado especial de aguas separado del resto del menú, donde se explica las características de cada una de ellas. Incluso existe una guía de aguas de Argentina llamada Planeta Agua, realizada por el especialista Alejandro Correa.


Nota publicada en Vía Resto del Diario Clarín. 

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