martes, 31 de enero de 2017

Cata de aguas: cómo diferenciarlas

Existen distintas variedades y tipos que se clasifican según sus componentes.


Cualquiera podría creer que las aguas son todas iguales, pero no lo son. Existen diferencias relacionadas con su origen y con los tratamientos a los que es sometida. Las hay minerales, mineralizadas, con diferentes grados de mineralización, hay algunas más intensas que otras, con alto o bajo nivel de sodio, con o sin gas, entre otras.

"Las aguas poseen diversos componentes minerales que le dan sabor y características diferentes. Lo que se va a destacar en el momento de mantener el agua en la boca, es su intensidad y el aspecto gustativo, por ejemplo: si es dulce (generalmente sin gas), salada (rica en minerales), alcalina (con sensación carbonatada), ácida (con algún picor proveniente del gas), y también las hay frescas y equilibradas, cuando no transmiten ninguna sensación predominante", explicó Horacio Bustos, quien viene de ser Jurado de Cata de Aguas en el evento, Fine Water, que se realizó en China, en julio del año pasado.

"En cuanto a las temperaturas recomendadas para beber el agua, lo ideal se encuentra entre los 10°C y los 13°C cuando no tienen gas, y entre 14°C a 17°C, las gasificadas. No es conveniente beberlas muy frías ya que, en algún sentido, impide percibir todas las cualidades que posee el agua. Tampoco es conveniente congelar el agua, porque este proceso altera algunas propiedades minerales", señaló el sommelier de agua.

Maridaje entre agua y comida

Al igual que el vino y otros productos, el agua mineral se puede maridar con las comidas, y su similitud también reside en los niveles de intensidad y proporcionalidad de bebida y comida. “A mayor intensidad del plato, se requerirá mayor intensidad del agua. En este sentido, para un pescado magro con una guarnición vegetal delicada se puede beber un agua mineral sin gas y mientras que una comida en la que esté presente la carne se puede acompañar con un agua mineral con alta mineralización o que sea gasificada”, detalló Bustos.


4 tipos de aguas

El agua mineral natural es la que se obtiene por surgencia natural o por bombeo de un yacimiento (manantial), o bien de un estrato subterráneo (acuífero o napa) mediante una perforación o pozo, y se diferencia básicamente del resto por sus contenidos minerales.

El agua mineralizada artificialmente se elabora a partir de agua de red urbana o de un agua mineral natural, a la que se le adicionan minerales de uso permitido. Ambos productos pueden presentarse con o sin gas.

El agua envasada es un agua de origen subterráneo o proveniente de un abastecimiento público. Se comercializa envasada en botellas contenedores, u otros envases adecuados provistos de la rotulación reglamentaria y que cumple con las exigencias de la ley.

Las aguas de manantial son aguas potables de origen subterráneo que emergen espontáneamente en la superficie de la tierra o se captan mediante labores practicadas al efecto, con las características naturales de pureza que permiten su consumo, previa aplicación de los mínimos tratamientos físicos requeridos para la separación de elementos materiales inestables. A diferencia de las minerales naturales no han demostrado acción específica en el organismo humano.

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